EL VUELO


 Existen dos experiencias que me dejan en total vulnerabilidad traer a mis hijos al mundo (LOS DOS POR CESAREA), ha sobrepasado los nervios, la angustia, la incertidumbre que el anastecista me ha dicho: Si sigues asi temblandote de nervios te voy a tener que anestesear TODA, y ante esta advertencia dije NO, quiero estar conciente para escuchar llorar y recibir a esta vida a mis hijos, y asi lo hice aguante hasta donde mas pude, me controle al máximo y sucedio el milagro.

Pero en la segunda que es volar en un avión AHI hubiera querido que alguien me diga: Si sigues así de nerviosa te anestesio toda y te despierto cuando el avión este aterrizando, se los juro que no es mentira ni tampoco broma, el despegue del avión me recuerda siempre que tengo estomago, y este se une por primera y unica vez con mi cerebro por que la sensacion es incontrolable de mi parte, las manos me sudan, se me tapan los oídos, un mareo indescriptible y la sensacion aquella odiada por mi de no TENER LOS PIES SOBRE LA TIERRA, es la mas critica alli, durante el vuelo (QUE HAN SIDO CORTOS GRACIAS A DIOS) no se cuantas veces rezo la misma oración si la empiezo o la cojo por la mitad pero nada me distrae quiero estar concentrada en los niveles de nervios para creer que así podre controlarlos, y escazamente lo consigo ellos son los que me llevan delantera. Cuando el capitán dice que estamos a escazos minutos de aterrizar vuelve aquella sensacion de descontrol y devastacion de no ser dueña de mi misma bajo esas circunstancias a no se cuantos pies de altura, y el hecho de que la cabeza se vuelva a hacer amiga de mi estomago pero esta vez de arriba hacia abajo me es totalmente desagradable y es mas para tratar de tranquilizarme desde el titulo hasta todo lo que les estoy relatando navegaba por mi cabeza corregí los puntos y comas, quite algunas exageraciones al menos eso espero. Admire por mas de 45 minutos a las azafatas y me preguntaba: controlaran asi ellas toda su vida? tendrán ese equilibrio tambien cuando estan con los pies sobre la tierra?, sabran servir el cafe con leche con aquella elegancia que da envidia?. al menos a mi.

Y el momento mas glorioso cuando el avión toca tierra firme y mi confianza sale de mi cartera y vuelve a mi ser, los nervios desaparecen como si nunca hubieran estado, y bajo de aquella nave como si fuera uno de mis hobbys preferidos y que lo hago casi casi a diario. Y al igual que ahora nunca pude terminar el blog que escribía en mi cabeza por que me estaba preparando para el aterrizaje pensaba y pensaba en aquellas circunstancias que uno tiene que pasar y aparecio la repetida frase como cuando uno hace la matine de su hijo de primer año y queda tan pero tan cansada que dice: NUNCA MAS, o como cuando alguien se pega su primera borrachera aparece el: NUNCA MAS, efectivamente una vez logrado mi objetivo con meritos y ya en tierra firme esboce aquella frase: NUNCA MAS y de verdad espero que asi sea, mis nervios me lo agradeceran.


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